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CAMERATA DE COAHUILA PRESENTA SU SEXTO CONCIERTO
Camerata de Coahuila presento este viernes 28 de febrero su sexto concierto de temporada primavera – verano 2020, Sinfonía No 1 de Ludwig van Beethoven y el concierto para violín de Tchaikovsky, con la participación como solista de Cuauhtémoc Rivera, bajo la dirección del maestro Ramón Shade, en el Teatro Isauro Martinez.
SINFONÍA NO. 1 EN DO MAYOR, Op.21 LUDWIG VAN BEETHOVEN
Se estrenó el 2 de abril de 1800, en el Burgtheater de Viena. Dedicada al Baron Gottfried van Swieten, se publicó en 1801.
Beethoven empezó esta sinfonía cuando tenía 25 años, se observa la influencia de Mozart y Haydn pero también los destellos de la grandeza única de Beethoven; como ejemplo, inicia con una tonalidad diferente a la que esta escrita la sinfonía, como una manera de romper con lo establecido, dando un ejemplo de lo que su extraordinaria música se convertiría años más tarde.
Escrita en el estilo clásico, en esta sinfonía se encuentra el origen de la revolución sinfónica de Beethoven del estilo clásico al romántico, es la culminación de las tradiciones estilísticas del clásico y el parteaguas para una nueva generación de ideas del período romántico.
El primer movimiento inicia con una introducción lenta de gran luminosidad y lirismo, aparentemente en una tonalidad equivocada, que los críticos de su tiempo calificaron como “fuera de contexto y discorde, aunque nadie puede censurar a un ingenioso artista como Beethoven”. Continúa con un Allegro con brio, vibrante, lleno de energía y con aire marcial, presenta dos temas haciendo diálogos imitativos entre los alientos y las cuerdas. El segundo movimiento, Andante cantabile con moto, inicia con un cortés tema presentado por los violines segundos que los demás instrumentos toman a manera de fuga, alternando con una melodía más alegre. El tercer movimiento Menuetto, rompe con la tradición, sustituyendo el movimiento de danza por un allegro de enérgico ritmo y velocidad sugiriendo algo completamente nuevo, el menuetto desaparecía de las sinfonías, siendo sustituido por el Scherzo. El último movimiento inicia con un acorde ejecutado por toda la orquesta, después los violines presentan lentamente el motivo sobre el que se desarrolla este movimiento, terminando con un allegro de aire enérgico.
A pesar de tener una estructura muy clásica, fue criticada por su aspecto innovador. La primera sinfonía es de alguna manera la introducción a todo lo que escribirá Beethoven, es lírica y serena, sombría y apasionada, tensa y dramática.
CONCIERTO PARA VIOLÍN EN RE MAYOR, Op.35 I. TCHAIKOVSKY
Compuesto en marzo de 1878, dedicado a Leopold Auer, jefe del departamento de violín del conservatorio de San Petesburgo y concertino de la orquesta Imperial.
El estreno se programó para marzo de 1879 en San Petesburgo, pero Auer y Karl Davydov declararon que era muy difícil, y el estreno no se llevó a cabo. Iosif Kotek y Emile Sauret intentaron estrenarlo en Moscú y tampoco tuvieron éxito, lo que le ganó la fama de “intocable”. Fue hasta diciembre de 1881 que Adolf Brodsky, estrenó la obra en Viena, y escribió: “Uno puede tocar el concierto una y otra vez y jamás aburrirse. Y esto (la repetición), es lo más importante para conquistar sus dificultades”.
El concierto inicia con una breve introducción de los primeros violines, después el solista aparece discretamente con un pequeño solo y presenta el primer tema con un acompañamiento mínimo por parte de las cuerdas, este se transforma en algo más elaborado y va ganando fuerza y la orquesta le adhiere ímpetu y color. El segundo tema es igualmente seductor. En el desarrollo se retoma el primer tema para pasar a la cadenza, la cual escribió Tchaikovsky en su totalidad, de gran demanda técnica, es la oportunidad para el solista de lucir su virtuosismo, esta termina con una serie de escalas descendentes y con un trino, que da paso a la reexposición. En la coda la orquesta acelera el tempo. El segundo movimiento, Canzonetta, es una gentil y melancólica melodía con una textura simple, una solemne introducción donde las maderas dan paso al solista que presenta dos elegantes temas acompañado por los violines, violas y cornos. En la tercera sección las maderas retoman tema del inicio y sin pausa, el tercer movimiento, Finale, inicia con un vigor renovado, con la cadenza del solista seguido inmediatamente por la introducción de la orquesta, y presenta el primer tema, el solista hace gala de su habilidad técnica, aquí es donde se originaron las quejas por su dificultad, empleando temas del folklore ruso, el violín lanza una melodía galopante que toma a todos por sorpresa en un allegro brillante lleno de vaivenes dinámicos creando un efecto de exuberante pirotecnia.